La importancia de nombrar tus emociones

En la experiencia que estás viviendo, ¿qué emoción sientes?

Las emociones nos indican el impacto que tienen los eventos y experiencias en nuestra vida, y sirven como guía interna para entender nuestras necesidades. Vivimos distintas y continuas emociones, y aunque creemos conocerlas y entenderlas, muchas veces se presentan de diferentes formas y presentaciones y no las hacemos conscientes. Si no aprendemos a distinguir y a sentir nuestras emociones, sobre todo en experiencias de adversidad, entonces estas pueden acarrear un bloqueo o provocar malestar.

Vivir un proceso oncológico conlleva cambios biológicos, psicológicos, sociales y emocionales, y cada día, todos los involucrados pueden sentir emociones diferentes y completamente normales. Es curioso como frente a cualquier adversidad, las emociones que se viven son mezcladas y distintas, y es importante reconocerlas para hacerlas aliadas y usarlas para fomentar nuestro bienestar.

¿Por qué es importante nombrar las emociones?

Las emociones nos hacen ser humanos, y nos recuerdan que somos vulnerables y cambiantes. Es importante reconocer y nombrar las emociones porque es el lenguaje universal que nos da fuerza psíquica para continuar sin importar lo que nos toque vivir.

Aprender a regular y expresar las emociones se considera un indicador de madurez y equilibrio que tiene efectos positivos en las relaciones interpersonales. Es importante adquirir habilidades para reconocer las propias emociones e identificar las emociones de los demás, para así facilitar la comprensión, regulación, y prevención de efectos nocivos de las emociones negativas o aflictivas.

Según Bisquerra (2000) la conciencia emocional requiere del desarrollo de competencias a través de la observación y del comportamiento de las personas que nos rodean y de uno mismo. Es importante comprender las diferencias entre pensamientos, acciones y emociones, entender las causas y consecuencias de las emociones, evaluar su intensidad, y utilizar el lenguaje verbal y no verbal para expresarlas adecuadamente y empatizar con quien tenemos enfrente o con nosotros mismos.   

¿Por qué es importante identificar las emociones?

Solemos categorizar las emociones para así evitar las que no son placenteras y aceptar solo las que parecen hacernos sentir bien. Por lo general, las personas las clasifican en dos grupos: las emociones “buenas” y las emociones “malas”, condicionando la manera en que establecemos una relación con ellas. Es importante dejar de encasillarlas y entender que todas las emociones pueden ser funcionales.  

Si aprendemos a identificar las emociones, entonces estas no se presentarán después de manera desproporcionada o generando mayor malestar. Si reconocemos nuestros sentimientos y somos compasivos con las emociones que surgen, entonces cada vez que vivamos una experiencia y esta genere una emoción, tendremos la capacidad de auto observarnos y regularnos para darle la importancia y aceptación a lo que sea que nos genere internamente.  Por ello, es fundamental identificar emociones, reconocerlas, comprenderlas, aceptarlas y conducirlas.

¿Cómo identificar las emociones? 

Para identificar emociones debemos tener claro que no hay emociones positivas ni negativas, sino que cada una de ellas tiene una función importante. Es fundamental entenderlas como lo que son y dejar que hagan su función, aceptándolas y afrontándolas de forma sensata. Puede ser un proceso difícil, por lo que recomendamos buscar a un profesional de la salud para que acompañe y guíe a cada individuo en este proceso de autoconocimiento.

Es importante evaluar lo que uno siente sin la necesidad de ponerle un nombre; describir las sensaciones con palabras, colores, formas y texturas, y empezar a identificar aquellas que provocan malestar para empezar a liberarlas. Recomendamos hacer un diario de emociones personales (una libreta especial que solo tú puedas usar), donde se puede escribir lo que se siente sin la necesidad de etiquetarlo. Se reconocerán poco a poco las emociones y se logrará integrarlas, lo cual ayudará a sentir liberación e integración en el ser.

Tener conversaciones de las emociones con otros es muy sanador. Es cierto que muchas veces la otra persona no entiende la experiencia que estás viviendo, pero lo que sí puede entender es tu estado emocional. Miedo es miedo, y aunque alguien puede vivir miedo a una pérdida y otro miedo a un animal salvaje, la emoción es la misma. Intentar empatizar con la emoción en vez de la experiencia permite que conectemos como seres humanos y que así, logremos liberarnos.   

Por último, practicar la meditación y hacer técnicas de respiración pueden ayudarnos a conectar con lo que sentimos y así lograr identificar la emoción. El pensamiento es un arma de poder, y es necesario para conducir nuestros actos y gestionar aquello que bloquea nuestra capacidad de autoobservación.

Beneficios de reconocer las emociones en un proceso oncológico: 

Es importante usar las emociones a nuestro favor y auto observarnos para tomar decisiones que hagan del proceso, uno más sencillo y ligero.  A continuación, se enlistan algunos beneficios de reconocer lo que sentimos en procesos de cáncer:

  • Tener mayor autocontrol.
  • Relacionarnos mejor con los demás.
  • Reconocer que, a pesar de vivir la misma experiencia, que cada uno puede vivir emociones distintas.
  • Reducir los pensamientos repetitivos y contemplar la situación como es.
  • Reconocer cuando algo que alguien más hizo o dijo tuvo impacto en ti, y responsabilizarte de eso a través de la comunicación y la autogestión.
  • Atender nuestras necesidades reales y no responsabilizar a los otros por lo que sentimos.
  • Generar espacios de introspección para conectar con nosotros mismos y con los demás.

Uno no decide lo que siente, pero sí lo que puede hacer con lo que siente. Los pensamientos generan emociones en las personas y desde estas se toman acciones, por ello, es vital cuidar la calidad del pensamiento para identificar emociones y gestionarlas a favor del bienestar. No permitas que la enfermedad te ponga limitaciones para reconocer lo que sientes, al contrario, utiliza el reconocimiento de estas como arma para darle frente a lo que estás viviendo.

Por: Carla Mendoza

Referencias:

De Sousa Pereira Teques, A. P. (2014, 16 julio). Inteligencia Emocional y Enfermedad Oncológica. Gredos. https://gredos.usal.es/bitstream/handle/10366/127892/DPPMMLHM_SousaPereiraTequesA_InteligenciaEmocionalOncologia.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Helena, M. (2021, 21 junio). La importancia de identificar emociones. Escuela de Postgrado de Psicología y Psiquiatría. https://eepsicologia.com/identificar-emociones/

Rueda, P. (2021, 20 septiembre). Resiliencia y cáncer: una relación necesaria. Scielo. https://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1989-38092020000200005&script=sci_arttext&tlng=es

La pareja en procesos oncológicos

En la vida existen distintos tipos de relaciones: familiares, amistades, laborales, amorosas, etc. Estas implican un lazo afectivo el cual se desempeña en diferentes áreas de la vida de la persona. Cuando se tiene una relación amorosa, muchas veces esta implica responsabilidad, compromiso, lealtad, honestidad y empatía, las cuales se deben de trabajar día con día. Sin embargo, frente a dificultades que se pueden llegar a presentar como un diagnóstico oncológico, pueden surgir cambios y ajustes que en ocasiones tienen un impacto en la dinámica de pareja.

Cuando una pareja se enfrenta a un diagnóstico o proceso de cáncer, el miedo puede estar presente. Se puede presentar en distintos pensamientos y acciones, por ejemplo, el miedo al qué pasará, al cómo tratar a la pareja, el estrés de la enfermedad, e incluso, el miedo a que la persona que viva la enfermedad le sea difícil recibir ayuda de su pareja. Por esto, es importante conocer que el factor de la enfermedad es una constante variable que puede cambiar todo el ciclo de la relación, su dinámica, los roles, etc., y que puede desatar emociones o sensaciones que quizás no se habían hecho conscientes.

Es muy importante recalcar que el cambio no implica que todo sea negativo; existe la posibilidad que, durante la enfermedad, la relación se fortalezca y se cree un vínculo amoroso más unido. A continuación, se identifican factores que pueden impactar en la relación de pareja, mismos que al trabajarlos, pueden fortalecer el vínculo sin importar la experiencia que esté viviendo:

  • Falta de empatía (apoyarse y comprenderse a pesar de la adversidad, es la clave para poder entender al otro y poder ser su soporte).
  • No respetar los sentimientos que surgen (se pueden desatar emociones que quizás nunca habíamos sentido con tanta potencia. Observar y reconocer los sentimientos de uno mismo y del otro puede facilitar la comunicación y la comprensión de lo que le sucede al otro).
  • Tomar decisiones inconsideradas (es importante tomar en cuenta a la otra persona y sus necesidades sin importar el rol en el proceso de enfermedad. Todos tienen un rol importante y es importante escuchar y darle visibilidad al otro).
  • No ser equipo (hacer malabares con el cuidado de los niños, los quehaceres domésticos, el trabajo y el cuidado del enfermo, puede fomentar el bienestar de cada individuo).
  • No respetar el proceso del otro (a pesar de vivir el proceso juntos, cada uno lo vive a su forma y a su tiempo, y es importante validar eso).
  • Descuidar tu salud integral (procurar tener buenos hábitos, hacer ejercicio, y cuidar de tu cuerpo, mente y relaciones puede impactar de manera positiva la manera en la que vives este proceso).
  • Falta de conexión sexual (a pesar del proceso que se vive, es importante fomentar espacios que inciten la intimidad. Hablar de este aspecto de la relación es importante para entender las necesidades del otro).
  • Falta de comunicación (la comunicación fundamental para fomentar una relación y dinámica de pareja sana. Comparte tus frustraciones, miedos, necesidades y anhelos, y quizás te puedas dar cuenta que no estás solo).

Hacer conscientes estos factores pueden ayudar a mejorar la relación y dinámica con tu pareja, pero es importante recordar que cada persona es única y que tú, mejor que nadie, conoces lo que te funciona y lo que no. Hay personas que expresan sus emociones de forma distinta, que sus reacciones pueden variar dependiendo la experiencia que se está viviendo, y quienes viven su duelo (sobre la enfermedad y lo que conlleva) diferente a los demás. Por esto, es importante no juzgar y fomentar espacios de comunicación y apertura para comprender cómo está viviendo la enfermedad cada persona involucrada y qué es lo que necesita para sentirse un poco mejor.

A pesar de la importancia que tiene el considerar la vivencia de cada persona frente a la enfermedad, es importante también voltearte a ver a ti y darte un espacio para conectar contigo. A continuación, te compartimos una tabla que representa algunos factores de riesgo que pueden surgir durante el proceso de enfermedad, las problemáticas que pueden conllevar y las alternativas para darles frente:

Factor de riesgoProblemáticaAlternativas/ soluciones
AislamientoFrente a un proceso de enfermedad, la persona diagnosticada, su pareja, o ambos, pueden aislarse debido a la sensación de falta de comprensión a su situación y a los cambios de roles, de su cotidianidad, de su salud, de su dinámica, etc.Fomentar la comunicación es fundamental. Te sugerimos fomentar pláticas 1-2 veces a la semana para expresar sus emociones y sentimientos con las siguientes claves:
Yo pienso…
Yo siento…
Yo interpreto…
Yo necesito…
Yo quiero…
Sensación de inutilidadDurante un proceso de enfermedad, los cambios de roles, de dinámicas y de rutina, pueden resultar en una sensación de inutilidad por no llevar a cabo las actividades como antes lo hacían.Se pueden establecer y proponer nuevos roles y dinámicas en donde ambos se sientan cómodos y en paz. Esto se puede realizar por medio de un acuerdo hablado o de realizar un calendario semanal con objetivos alcanzables que los involucre a ambos. Utilizar la creatividad como recurso puede servir mucho.
Impotencia y frustraciónAl no poder tener control sobre el futuro, el proceso de enfermedad puede llevar a la frustración y a la impotencia. Dichas sensaciones se pueden potencializar si no se trabajan ya que todos los días suceden cosas que no podemos controlar.  La plática continúa con la pareja puede ser de gran ayuda para liberar lo que cada uno siente y piensa. A la par, existen diferentes ejercicios que nos pueden ayudar a darle frente a la frustración e impotencia, tales como la meditación y la respiración. Ejercicio de respiración: Inhala durante 4 cuentas Sostén la respiración 4 cuentas Exhala durante 5 cuentas Repite 3-4 veces y conforme puedas, aumenta el número de cuentas (ejemplo 4-5-6, o 6-6-8).
MiedoDurante el proceso de enfermedad pueden surgir cambios esperados o inesperados que, como resultado, nos paralizan y nos hacen querer huir o luchar contra la situación, nuestra pareja, etc.  Encuentra un lugar donde tú y tu pareja puedan estar presentes. Ambos escriban o plasmen en una hoja en blanco sus miedos, y al finalizar, léanla o compártanla con el otro. Al finalizar, expresen cómo se sienten de compartir sus miedos y rompan la hoja como símbolo de que reconocen sus miedos y los dejan ir.
JuicioNo siempre es fácil adaptarse a los cambios, y muchas veces, frente a las dificultades, se puede juzgar como el otro vive su día a día, comparando con cómo tú lo harías distinto.Es fácil juzgar sin preguntar, por eso es importante que cuando el otro está actuando de una manera distinta a como tú lo harías o esperas, en vez de emitir juicios, rechazar o lastimar, reconozcas que el otro no sabe lo que necesitas y piensas. Doblen una hoja en tres: en la primera columna escriban el evento, en la segunda cómo reaccionó su pareja y en la tercera cómo te hubiera gustado que reaccionara. Compárenlo y empiecen un diálogo con la finalidad de entender al otro y buscar una solución que beneficie a ambos
Indiferencia emocionalAl no reconocer cómo nos sentimos, solemos aislarnos y actuar de manera hostil e indiferente. Muchas veces, creamos este ambiente donde no hay una validez por lo que sentimos o siente el otro, y no mostramos empatía.  Creen un collage donde cada uno refleje cómo se siente a través de colores, imágenes, recortes, entre otras cosas más, y escriban detrás de la hoja una historia de lo que hicieron. Es importante compartir, aceptar y valorar cómo nos sentimos nosotros mismos y cómo se siente la pareja.

Por último, es importante recordar que los problemas o dificultades de una relación amorosa viviendo un proceso oncológico son naturales como en cualquier situación y experiencia de vida. Por eso, es importante observar los cambios y poder trabajar en ellos para lograr un equilibrio que les permita sentirse más cómodos en su relación y que les permita a ambos fluir de la mejor manera. A continuación, encontrarán unas sugerencias extras para conectar más con tu pareja y fortalecer su relación.

  • Acuérdate que la comunicación es clave, y que sólo tú y tu pareja saben cómo se sienten y cómo lo están viviendo. Por esto, mejora tu comunicación (si es necesario), con ejercicios como los mencionados anteriormente.
  • Ambos sean cómplices y compartan sus decisiones. Los dos deben de ser participantes del proceso de la enfermedad y de la vida.
  • Realizar las dinámicas de escuchar y expresar ayudan a la validación de emociones y de la persona, háganlo cuando ustedes lo necesiten.
  • La empatía es una clave elemental y más en un proceso oncológico, por esto, hay que brindar y aceptar la ayuda tanto física como emocional.
  • Es importante ser honestos sobre lo que cada uno está viviendo, el estrés que se está presentando y los miedos alrededor de la enfermedad. Entre más claros seamos, mejores y más acertadas respuestas podemos obtener.
  • Acuérdense que son un equipo y no rivales, están para apoyarse, amarse y luchar juntos.
  • Busquen espacios y actividades para pasar tiempo de calidad juntos. No siempre el estar 24/7 con esa persona significa tiempo de calidad, sino, fomenten un espacio o un momento donde ambos estén completamente para la otra persona.

Por: María del Rocío Galindo

Referencias:

Hacer frente – Enfrentar al cáncer con su cónyuge o su pareja. (2017, 6 noviembre). Instituto Nacional del Cáncer. Recuperado 26 de agosto de 2021, de https://www.cancer.gov/espanol/cancer/sobrellevar/adaptacion-al-cancer/conyuge-o-pareja

Moreno-López, S. L. (2014, 1 enero). Impacto psicológico en la pareja de la paciente con cáncer de mama | Gaceta Mexicana de Oncología. ELSEVIER. Recuperado 26 de octubre de 2021, de https://www.elsevier.es/es-revista-gaceta-mexicana-oncologia-305-articulo-impacto-psicologico-pareja-paciente-con-X1665920114278789

Díaz, C. Z. M. E. (2011, 7 noviembre). EL APOYO FAMILIAR Y LA AUTOVALORACIÓN EN LA SOBREVIDA DEL PACIENTE CON CÁNCER DE MAMA | Castillo Díaz | Medicentro Electrónica. Medicentro. Recuperado 26 de agosto de 2021, de http://www.medicentro.sld.cu/index.php/medicentro/article/view/76